Historia

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El 16 de marzo de 2006, se inauguró en Xerta el primer hotel de cinco estrellas de las Terres de l’Ebre. Dicho establecimiento está situado en el antiguo edificio conocido como «la casa del millonario«, un hombre natural de Xerta que hizo una gran fortuna en Argentina.

Jaime Martí Tomàs nació el 27 de marzo de 1844. Era el segundo de seis hermanos. Su padre, Antonio Juan Marti Cases, padrón de río, era comerciante fluvial. El producto fundamental de su negocio era el trigo, motivo por el cual se le conocía como «Ceremines».

Jaime creció al lado del negocio familiar, pero cuando su hermano mayor se casó toda la empresa del padre fue para él. De hecho, de ese negocio no podía vivir más de una familia, por lo que tres de los hermanos, Jaime, Ramón y Fernando, decidieron marcharse. Optaron por viajar a Argentina porque las noticias sobre los catalanes que habían emigrado eran bastante positivas. De este modo empieza la historia de los «Americanos de Xerta».

Inicialmente (década de 1870) es establecieron en Buenos Aires. El primer negocio fue de los tres hermanos y tenía por nombre «Martí Hermanos». La empresa comerciaba con diferentes productos alimenticios desde la Península hacia Argentina: aceite de oliva, olivas, conservas, vinos, licores, etc.

Con el tiempo cada uno de los hermanos fundó otros negocios totalmente independientes. Ramón volvió a Xerta y compró la casa que actualmente pertenece a la familia Blanch- Navarro, conocida como casa «Ceremines». Fernando residió siempre en Argentina y pagó la remodelación del campanario de Xerta el 1910.

Por lo que respecta a Jaime, durante su estancia en Argentina conoció a otros catalanes que, como él, habían ido a buscar fortuna. Con algunos de ellos creó nuevos negocios aunque también participó como accionista en diferentes entidades bancarias y aseguradoras y adquirió propiedades y fincas agrícolas en Bahía Blanca, una ciudad del sur de Buenos Aires. Así pues, se puede deducir que cumplió con las perspectivas comerciales que correspondían a los burgueses catalanes que se establecieron en diferentes puntos de América Latina en el siglo XIX.

En 1871 Jaime se casó con una mujer de la nobleza, Maria Dolores de Còdol Tomàs, Baronesa de Còdol. Con esta boda ce cumplían todos los requisitos del éxito: empresario comerciante y emparentado con la nobleza catalana. Jaime se divorció de la baronesa el 1897 sin haber tenido hijos. Posteriormente, durante su estancia en Argentina conoció una muchacha de nacionalidad uruguaya Juana Orfilia, con quien se casó y tuvieron un hijo, Ernesto Carlos.

A partir de 1913 decidió pasar los últimos años de su vida en Xerta con su mujer y su hijo en su residencia de Villa Retiro. Posiblemente el nombre de la casa responde a su finalidad. En esta propiedad había una antigua casa que Jaime ordenó derrocar, aunque se aprovecharon algunos de los cimientos. La nueva construcción sería una revolución arquitectónica: un edificio de planta baja, primer piso y terraza, edificado según el nuevo estilo de la época, el modernismo, con un especial toque colonial. La casa se terminó de construir el en año 1892.

Su propietario iba a pasar temporadas hasta que finalmente se instaló de manera permanente el 1913. Así pues, Villa Retiro fue la residencia definitiva de Jaime tan solo un año, puesto que un año después, en 1914, murió. Su mujer y su hijo serían los herederos.

Después de la muerte de Jaime, Ernesto Carlos se casó con su prima hermana Ernestina, hija de Ramón, su tío paterno. De este matrimonio nacieron dos hijos: Jaime y Ernesto Marti Marti. El mes de julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil Española, la viuda de Jaime, Ernesto Carlos y su familia decidieron marcharse de Xerta. Pasaron la Guerra Civil primero en Italia y después en San Sebastián. Acabada la guerra, volvía la familia a la casa, pero se la encontraron en una situación deplorable ya que ésta se había usado como almacén y refugio militar. Aun así volvieron a instalarse.

La viuda Juana murió en Villa Retiro el 10 de mayo de 1960. La casa pasó a propiedad de su hijo quien cedió la herencia a su hijo mayor Jaime. Este se casó y tuvo tres hijos, residiendo en Villa Retiro prácticamente toda su vida. En los últimos años los pasó en Pinell de Brai, en casa de una hija y donde todavía hoy vive su esposa.

Villa Retiro hoy

El año 2001 aceptó la oferta de la compra de la familia López- Gilabert, que compró el conjunto con la intención de crear unas instalaciones hoteleras. Los nuevos propietarios la han remodelado de tal manera “Villa Retiro” hasta el punto de convertirla en un hotel de 5 estrellas. El nuevo complejo respeta en todo momento la arquitectura inicial y el estilo modernista del conjunto. Además, se ha recuperado en inmenso jardín y se ha instalado un restaurante, el Villa Retiro 1* Michelín, aprovechando las antiguas dependencias de los trabajadores y recuperando, finalmente, el esplendor que un día la guerra arrebató.

Arquitectura

Por lo que respecta al arquitecto responsable de la construcción, hay una serie de indicios que hacen pensar que estuvo a cargo de Josep Fontserè, uno de los maestros de Antoni Gaudí y gran representante del modernismo catalán. En efecto, el tipo de construcción y complementos del edificio son muy similares a otras obras de Fontserè, como por ejemplo el Parc Samà. Alrededor del edificio, Jaime ordenó construir una serie de complementos exteriores que ayudaban a urbanizar el entorno: jardines con árboles tropicales y una cascada de agua con un pequeño lago. También en el exterior crearon un almacén auxiliar y dependencias para los trabajadores, donde destaca la construcción de un pozo de forma ovalada y hecho de ladrillo, maravilla desde el punto de vista arquitectónico.